Modesta interpretación del Productor.
Según Brea “No somos artistas..”. Somos productores y a la vez un producto, ya que no podemos desligarnos o preexistir de nuestro entorno, nuestro trabajo además nos define como producto, y dicho producto es un resultado de la gente, sociedad y cultura que nos rodea.
Lo que concluyo de esto, es que como seres inmersos en una sociedad estamos programados y configurados por la que nos rodea, siendo imposible observarla desde el exterior.
Además Jose Luis, expone que “No existen Obras de Arte ..”, sino mas bien existen producciones que genera efectos de significado, efectos culturales y efectos afectivos. Donde lo esencial es esto, el efecto que pueden generar, más que el como se ven o aparentan ser.
Brea hace una crítica a la sociedad actual, catalogándolas como «sociedades del (escasísimo) conocimiento» o incluso como «sociedades del capitalismo (in)cultural…»
El autor hace el símil de la obra del arte con el sueño, donde deja en claro que al igual que este último una obra de arte no se puede “representar”. Que si solo nos dedicásemos a representar, no tendría ningún valor.
Qué el productor no “puede pretender dignidad alguna si su trabajo es única o principalmente valer por otro, representarle …”.
“En las sociedades del siglo 21, el arte no se expondrá. Se difundirá.” El fenómeno de Youtube es el mejor ejemplo de este punto, muchos artistas se han dado a conocer a través de esta red. Es el caso de “artistas” como: Justin Bieber. Esta red representa lo que manifiesta Brea “el deslizamiento del significante visual hacia el territorio de la imagen movimiento y la consiguiente obsolescencia creciente de los dispositivos espacializados de organización de la recepción, de los modos de la expectación”. Es mi entender que todos somos productores y/o podemos llegar a serlo. Y concuerdo plenamente con la idea “En las sociedades del siglo 21, el arte no se expondrá. Se difundirá”, de hecho es un fenómeno ya presente, instaurado en nuestro entorno.
Un punto que destaca Brea, que si lo pensamos sucede a diario, es el tema de las autorías de las obras, donde además estas pasan a un segundo plano, porque para los “espectadores” no tiene mayor relevancia, ejemplos que menciona son, cuando hablamos de una película poco importa quien es el dueño del guión, o cuando tenemos una experiencia musical, nadie presta atención a las
partituras. Claro, no son el caso de películas como Harry Potter, donde los libros eran primordiales y de gran importancia para sus seguidores, ahora, en lo que Brea si tiene razón es en como el mercado, o la economía juega un papel importante, y más que tener un valor “artístico”, tiene un valor como cualquier mercancía asociada también al coleccionismo, donde historias como Harry Potter, o series de Televisión como Star Trek son ejemplos claros de este fenómeno.
Con esto, el artista o productor obtendrá beneficios no por el objeto o producto, sino por cuanto este
es transmitido o difundido por la sociedad. Cuantos discos vende, o son bajados desde itunes,
cuanta gente fue a ver la película la primera semana (sino, sale de cartelera), cuantas visitas tiene en
youtube (Hasta en la televisión, como parte de los noticieros, muestran los videos más vistos en esta
red, lo cual no es menor, pensando en lo que cuesta 1 minuto de pantalla).
“En las sociedades del siglo 21 no será ni necesario -ni casi posible- coleccionar obras de arte … de
promover u optimizar en entornos protegidos la circulación social de aquellos contenidos que el
libre mercado de las industrias culturales desestimaría en su regulación interesada por la ley de la
audiencia.” Esta afirmación me hace resonar frases como “Torrent”, “Taringa” o “Megaupload”
por nombrar algunos. (“La propiedad intelectual y el derecho de autor, como tales, se van a
convertir en el caballo de batalla principal de este recentramiento contemporáneo de las relaciones
de producción.”)
En la sociedad actual, el artista se debe regir por la actividad económico-productiva, bajo la cual se
configura el intercambio social.
Antiguamente la sociedad se regía por otros patrones, donde la riqueza se media en la cantidad de
objetos materiales que se podría adquirir, hoy en día los objetos inmateriales tienen mayor
importancia, cambiando el paradigma. Por esto la producción se orienta a la producción intelectual
y afectiva, a alimentar las necesidades de sentido y deseo, de significado y placer. Además el mayor
consumo de bienes inmateriales se relaciona con el ocio y las comunicaciones, que están tendiendo
a ser el principal canal de consumo.
Gracias a los nuevos canales de conocimiento como Wikipedia, o el Software libre que permiten el
libre acceso a la información, la relación entre productor y utilizador ha cambiado, ahora todos
podemos tener ambos roles, quebrando esa jerarquización en el conocimiento que nos mantuvo
presos por cientos de años.
Ahora, es necesario mantener un equilibrio entre ambos, respetar los derechos de autor y el derecho
al acceso público libre. Volvemos al ejemplo de youtube, este medio es “Libre”, para todos los
usuarios, porque existen “otros” que pagan por el acceso libre de todos a través de la publicidad,
algo similar ocurre con juegos online “gratuitos”.
Dado todo lo anterior, queda más claro que el artista no es un ser superior, sino inmerso en la
sociedad, siendo un participante mas en los intercambios sociales y es su misión lograr ser “un
generador de narrativas de reconocimiento mutuo, un inductor de situaciones intensificadas de
encuentro y socialización de experiencia y un productor de mediaciones para su intercambio en la
esfera pública.”
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